Ahora en el verano lo hemos sufrido mucho... esos tentempiés y esas remesas que hacen que nos aparezca la llamada "curvita de la felicidad". La hora del vermú es muy habitual en nuestro país y, por ser costumbre arraigada, no deberíamos dejarla de lado, simplemente podemos cambiarla por alimentos más sanos.
Bien con nuestra familia, los amigos, compañeros de trabajo o, simplemente, en casa con nuestra pareja. Son muchas las ocasiones en las que picoteamos algo antes de comer y no podemos evitarlo. Según se va acercando la hora del almuerzo, el olor a comida de la casa, el pensar que pronto vamos a comer, hace que nos entre más hambre y lleguemos a la mesa con estrés y ansiedad y, por lo tanto, comeremos más rápido, más cantidad y, evitaremos, darnos un atracón.
Podemos usar ese "gusanillo" a nuestro favor. Lo correcto en una alimentación sana es comer poca cantidad pero en muchas tomas a lo largo del día. Esto hace que mantegamos nuestro metabolismo activo, lo que incrementa el gasto calórico de nuestro organismo. Los médicos y nutricionistas recomiendan hacer más de cuatro comidas al día. Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena, por ejemplo. Si aun así nos es imposible llegar al almuerzo sin picotear algo, es mejor que lo hagamos con cabeza y sabiendo qué tomar. Ya sabemos que lo que engorda no es comer, sino qué comemos.
viernes, 14 de octubre de 2011
El desayuno
Ya lo dice el dicho... "desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Y es que, como su propio nombre indica, interrumpimos el ayuno más largo del día. Después del ayuno nocturno, la falta de nutrientes contenidos en los alimentos (como por ejemplo los hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) podría ocasionar importantes trastornos en nuestro organismo, trastornos que se harían más serios conforme se prolongara el periodo de ayuno.
El desayuno es nuestro primer combustible para enfrentarnos a una dura jornada (bien laboral o de estudios), por lo tanto debe ser equilibrado y tener todos los nutrientes necesarios para que empecemos el día energía y buen humor. Debemos invertir por los menos 20 minutos en desayunar.
domingo, 2 de octubre de 2011
Bienvenidos a ACQ
El estrés, el trabajo, la falta de tiempo para cocinar, los niños... Muchas son las razones por las que descuidamos nuestra alimentación y nos decantamos por la comida rápida, precocinada y alta en grasas saturadas. Y es que, como dice algún libro, "no hay peor ciego que aquel que no quiere ver", no hay peor persona que aquella que no quiere cuidarse.
Es muy fácil poner excusas, pero más fácil es cambiar nuestra forma de vida. Sólo cambiando algunos de nuestros hábitos (dejando la freidora a un lado y sustituirla por un horno o una plancha) empezaremos a traer la salud a nuestra cocina.
Es muy fácil poner excusas, pero más fácil es cambiar nuestra forma de vida. Sólo cambiando algunos de nuestros hábitos (dejando la freidora a un lado y sustituirla por un horno o una plancha) empezaremos a traer la salud a nuestra cocina.
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